Las personas que conviven con los adictos, al igual que ellos, también pueden enfermar. Todo comienza, en un principio, con el inconsciente desconocimiento de que pueden ejercer control sobre el adicto y que pueden hacerle cambiar y que deje de consumir drogas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, el adicto, que tiene una gran habilidad para la manipulación y para salir ganando en casi todas las situaciones, lleva a la otra persona sin darse cuenta a protegerlo y hacer cualquier cosa por él. De esta forma consiguen caer en un bucle difícil de sostener si no se busca ayuda de profesionales que en primer lugar les ayuden a identificar su codependencia emocional .
¿Cómo puede una persona saber si es dependiente?
Podemos identificar a una persona dependiente emocional cuando siempre busca el bienestar de la otra persona sacrificando el suyo propio, cuando se siente responsable del estado emocional de otras personas, cuando cree que puede “salvar” a otros…en definitiva, para buscar y ahondar en estos patrones de comportamiento, se hace necesaria la consulta con un psicólogo que pueda tratarlo y ayudar a la que la persona recupere un equilibrio y bienestar centrado en sus propias acciones en su vida diaria. El primer paso será identificar si existe codependencia emocional.
Hacerse adicto al adicto
El codependiente juega un papel fundamental, por tanto, en la perpetuación de la enfermedad de la adicción. Se convierte inconscientemente en un aliado cuya misión es proteger al adicto de los efectos y consecuencias que tiene el consumo de drogas en su vida.
La relación entre codependientes es totalmente disfuncional, ya que la persona que se hace dependiente del adicto también es vulnerable por características en su personalidad que le hacen llenar su vacío interno intentando hacer que el adicto sea feliz, y esto puede darse debido a una falta de autoestima y autonomía. Es por ello por lo que, quien deja su felicidad por el camino en sus intentos de que el adicto cambie o sea feliz, es la otra parte. Puede ser uno de los progenitores, su pareja o incluso uno de sus propios hijos.
Vulnerabilidad
Pese a que cualquier persona, familiar o no, que conviva con el adicto pueda entrar en un círculo tóxico de relación codependiente, existen personas cuya vulnerabilidad es mayor por haberse criado en una familia disfuncional, en la que han existido uno o varios miembros con problemas de alcohol, drogas o trastornos psiquiátricos. Así mismo, los divorcios y separaciones o la ausencia de uno de los padres también puede generar problemas en el futuro.
Rasgos de comportamiento dependiente
-
Son controladoras
Las personas que desarrollan codependencia hacia el adicto se caracterizan por querer tenerlo controlado en todo momento (qué hace, con quien se relaciona, dónde está…), ya que creen que de esa manera se sentirán seguras y tranquilas, cuando es justo al revés: esa necesidad de controlar les provoca ansiedad.
-
Son obsesivas
La relación con el adicto y la preocupación sobre él abarca la mayor parte de los pensamientos y actividades de su día a día, lo que provoca un gran desgaste físico y mental.
-
Más emocionales que racionales
Se dejan llevar fácilmente por sus sentimientos en cuanto a la relación con el adicto, pasando fácilmente de la ira y el rencor a la alegría o el perdón.
-
Negación
No son capaces de ver que en realidad no tienen poder de control sobre el adicto y no son conscientes de que en realidad le perjudican.
-
Autoengaño
Dado que evitan sus sentimientos, no se conocen a sí mismos y tienen una pobre inteligencia emocional, se engañan sobre el comportamiento de los demás y sobre el suyo propio.
Diferencia entre codependencia y dependencia emocional
La codependencia emocional y la dependencia no son lo mismo, ya que la codependencia requiere a dos personas, que suelen ser el adicto a las drogas y el familiar. En cambio, la dependencia emocional es un rasgo de la personalidad, que puede ser consecuencia de una educación sobreprotectora y cuya causa está determinada por la baja autoestima y la inseguridad.
Las personas emocionalmente dependientes se caracterizan por tener dificultades a la hora de tomar decisiones por sí mismas, y temen perder el apoyo y la aprobación de los demás, convirtiéndose en personas que necesitan agradar para ser dignas de ser queridas.