¿Qué es la ludopatía? La ludopatía o trastorno del juego es una enfermedad adictiva debido a la cual la persona no puede detener su deseo de apostar y jugar, pese a cualquier consecuencia negativa que esté provocando en su vida. El mecanismo de la ludopatía es muy sencillo: se apuesta con dinero, con el objetivo de conseguir más dinero del que se tiene.
Hoy en día, hay muchas formas de ludopatía: las tragaperras en los bares, los bingos, el casino, el póker, las apuestas deportivas…el principal problema actualmente es que se puede apostar fácilmente por internet con una tarjeta de crédito, y por ello hay ludópatas cada vez más jóvenes.
En el cerebro, el juego funciona de la misma manera que las drogas o el alcohol, ya que estimula el sistema de recompensa y produce una descarga de dopamina que podríamos calificar como un “colocón en seco”. El hecho de ganar produce una sensación de bienestar que el adicto busca una y otra vez, el problema es que cuando se trata de juegos de azar, las pérdidas se dan mucho más habitualmente.
10 síntomas para detectar la ludopatía
* Endeudamiento
El dinero y los recursos propios se terminan agotando, y como el ludópata no es capaz de parar y siempre quiere más, llega un momento que pierde y necesita buscar dinero urgentemente para continuar apostando. Este suele llegar a través de préstamos que se van acumulando sin devolución, o bien pide dinero a la familia, incluso es capaz de robar a sus allegados y amigos. Es habitual entrar en un círculo vicioso en el que se juega para tratar de recuperar el dinero perdido, creando una deuda cada vez más grande y perpetuando el circuito de la adicción.
* Mentiras
Para que el adicto al juego consiga mantener la apariencia de que juega por ocio o de forma sana, las primeras mentiras llegan respecto al tiempo que pasa apostando. Después, como en el ámbito familiar se acaba destapando que falta el dinero que el ludópata emplea en el juego, éste será capaz de hacer ver lo blanco negro y viceversa para justificar que el dinero no falta debido a su conducta adictiva.
* Negación del problema
La gran realidad de las adicciones es que las personas se engañan a sí mismas, pero ellos mismos no lo ven, y hasta se creen sus propias mentiras. La negación es el principal problema de los ludópatas, que niegan tener un problema pese a todas las evidencias que dejan a su alrededor. Cuando se les insinúa que tienen un problema, reaccionan de forma agresiva o se ponen a la defensiva y minimizan las consecuencias de su problema con el juego usando todo tipo de justificaciones.
* Una vida alrededor del juego: obsesión
Y nunca mejor dicho, alrededor, porque en el centro está el juego. Los vínculos familiares y las amistades pasan a un segundo o tercer plano, sus propias responsabilidades, su trabajo…el descuido es de tal magnitud que puede ocasionar rupturas de pareja, despido laboral, problemas de higiene y salud tanto física como mental. El juego y los pensamientos obsesivos sobre cómo jugar, cuándo será la próxima vez, cómo conseguir el dinero…ocupan la mayor parte del tiempo de su vida.
*Consecuencias físicas
El adicto al juego, debido a que pasa la mayor parte del tiempo jugando o con el juego en la cabeza, puede llegar a descuidar su cuidado personal, desde la higiene y el aseo hasta el puro sedentarismo y la mala alimentación.
* …y consecuencias mentales
El hecho de perder, la obsesión continua por seguir jugando, la dificultad para conseguir dinero o los problemas económicos provocan un gran estrés que se manifiesta a través de la ansiedad y la depresión, ya que la normalidad es seguir cavando un agujero en las finanzas personales y continuar perdiendo. Llegan a pensar en el suicidio como forma de escapar a tanto dolor y sufrimiento.
* Problemas con otras sustancias
Asimismo, es habitual que haya un problema de alcohol o drogas que empeora el cuadro tanto si acompaña a los momentos en los que juega como si no lo hace. Para olvidar y anestesiar los problemas mentales derivados de la ansiedad y la tensión de la falta de dinero, usa sustancias que consigan abstraerse y “aliviar el problema”, que en realidad se vuelve mucho más grande.
* Apuestas cada vez mayores
Para mantener o superar la emoción anterior, y de la misma forma que en el caso de las drogas, se necesita “consumir más”, lo que en el caso de la ludopatía no significa otra cosa que hacer cada vez más apuestas y que cada vez se necesite más dinero para llevarlas a cabo. De esa forma, conectamos con el primer punto en el que hablábamos del endeudamiento y del círculo vicioso de recuperar el dinero que es clásico en las personas adictas al juego.
* Si no puede jugar, le cambia el carácter
Este es un síntoma que hace evidente el problema, y es que el ludópata que por cualquier circunstancia no puede jugar en determinado momento, se torna irascible, tenso, ansioso o incluso agresivo e impaciente ante la espera de que llegue el momento de poder hacerlo. Esto es lo que en el mundo de las adicciones conocemos como “craving”, la necesidad imperiosa de consumir drogas o comportamientos.
* No es capaz de parar de jugar por su cuenta
El rasgo común de todas las adicciones es la anulación de la voluntad: aunque la persona no quiera hacerlo, no puede dejar de hacerlo. El sistema de recompensa de su cerebro está secuestrado por la droga o el comportamiento adictivo. No jugar produce un inmenso malestar que tiene que aliviar de la única manera que conoce: jugando. Muchas personas se hacen conscientes de que solas no pueden, todos los intentos han fallado y necesitan pedir ayuda.