El modelo Minnesota y la terapia cognitivo-conductual, que son actualmente los tratamientos más extendidos y validados en el campo de las adicciones, otorgan un papel cada vez más relevante al Mindfulness. El mindfulness no se practica únicamente en el tratamiento de las adicciones, ni mucho menos, ya que en otras patologías neuróticas como la ansiedad, la depresión o el TOC supone una gran ayuda.
Basado en la atención plena, Jon Kabat-Zinn, que fue uno de los responsables de extender su práctica y el éxito que posee a día de hoy, lo define como “conciencia que surge al prestar atención, con el propósito enfocado en el momento presente, y sin juzgar”. No es casualidad que ésta práctica tenga un gran sentido en un mundo que funciona tan rápido, y unas mentes tan enfocadas en el pasado o el futuro que no consiguen gozar de estar presentes en el día a día.
La herramienta más poderosa del Mindfulness para lograr estar en el presente es la meditación, una práctica que llevamos a cabo en Reinservida todas las mañanas durante alrededor de 10 o 15 minutos.
Según la experiencia de nuestros propios pacientes, al principio es una tarea muy costosa: para quien nunca se ha parado para estar unos minutos consigo mismo, cerrar los ojos y centrarse en la respiración, los comienzos no son fáciles. Se sienten descentrados y perdidos. Les explicamos que no se trata de dejar la mente en blanco, porque eso es prácticamente imposible, si no prestar atención a cómo estamos en ese momento y ser conscientes de los pensamientos que pasan por nuestra mente, sin apegarnos a ellos y dejándolos fluir.
Cuando por fin desarrollamos cierta práctica y le damos la importancia que tiene al hábito de meditar al menos 10 o 15 minutos al día, los propios pacientes se sorprenden de los beneficios que les reporta, y pasan a adoptar esta práctica que hacíamos en el centro de desintoxicación a incorporarla en su día a día, con unos resultados magníficos.
Así como fomentamos otros hábitos saludables como el deporte, hacer ejercicios escritos, comer cinco veces al día y tener unos horarios y una rutina bien establecida, se trata de realizar actividades que nos proporcionan un bienestar natural que antes teníamos que estimular de manera artificial, es decir, consumiendo drogas. Las adicciones han de abordarse de forma integral usando una gran variedad de herramientas, no se trata únicamente de acudir a terapia de grupo y visitar una o dos veces por semana al psicólogo.
Beneficios del Mindfulness
El mindfulness como se concibe a día de hoy, está enraizado en el budismo, y su aplicación en el ámbito de los trastornos mentales se remonta a los años 70. Los beneficios que posee están ampliamente detallados por la ciencia.
* Prevención del estrés y manejo de la ansiedad: la calma, serenidad y tranquilidad que aporta la meditación reduce significativamente los niveles de cortisol (una hormona que se desregula al alza cuando padecemos situaciones de estrés y ansiedad) pero sus efectos son más notorios a largo plazo y por ello es importante incorporar el hábito. En adicciones, resulta fundamental para manejar el síndrome de abstinencia y la ansiedad que nos produce dejar de tomar drogas.
* Insomnio: mientras muchas personas usan la meditación para empezar bien el día por la mañana, otras muchas que tienen o han tenido problemas de sueño nocturno y consumían cannabis o benzodiacepinas a última hora del día, realizan una meditación de 10 o 15 minutos por la noche con resultados muy satisfactorios para conciliar el sueño y poder dormir.
* Autoconocimiento: estar un rato respirando en silencio y observando los pensamientos que circulan por nuestra mente todos los días nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, y en adicciones resulta fundamental saber cómo estamos interiormente ese día para ser conscientes de si estamos ansiosos o tristes y por tanto, en peligro de recaída. Se genera una mayor capacidad de detección de patrones de conducta o pensamientos defectuosos.
* Paciencia y gratitud: como resultado de los mayores niveles de calma y serenidad, la impulsividad característica de los adictos se reduce, se obtiene mayor paciencia y se confía más en el proceso a la hora de conseguir lo que queremos en el futuro.
* Crecimiento espiritual: la meditación nos abre a una nueva manera de percibir la vida y la realidad, algunas prioridades como el cuidarnos, querernos y darnos amor hacen que nos comportemos mejor y tengamos más compasión tanto por nosotros mismos como por los demás.
* Autodisciplina: al ser un hábito que requiere tiempo para ver los beneficios, desarrollamos nuestra voluntad y disciplina, una virtud fundamental que se extrapola a mantenernos limpios de nuestra adicción.
