El (costoso) precio que se paga por ser adicto
La adicción a las drogas es uno de los estilos de vida más caros del planeta. Muchos adictos descubren que se están gastando más de cien euros al día en las drogas que necesitan. Algunos usuarios, incluso, gastan significativamente más que eso.
Sin embargo, no es solo el aspecto financiero de la adicción a las drogas lo que puede ser considerablemente costoso. Los drogadictos también pagan el precio de su consumo con sus amigos, sus familias, sus hogares y, a veces, incluso con sus vidas.
El alto precio psicológico y emocional de una adicción puede ser difícil de sobrellevar. Desafortunadamente, el estrés y el dolor asociados con estos altos costes a menudo llevan a los usuarios de drogas al suicidio o a la muerte por sobredosis (que, en muchos casos, son un suicidio premeditado).
El precio a pagar
Cualquier tipo de adicción que un individuo pueda experimentar será costosa. Un individuo paga su adicción no solo con dinero sino también con su salud emocional y física. Durante una adicción, un consumidor de drogas puede llegar a perder muchas cosas que son importantes para él.
* Coste financiero
El coste financiero de la adicción es uno de los problemas más aparentes asociados con la adicción a las drogas y es responsable de otras pérdidas que los adictos tienden a experimentar. Algunas de las pérdidas asociadas con los gastos financieros involucrados en sufragar una adicción pueden incluir:
* La pérdida de una casa
* La incapacidad de permitirse alimentos nutritivos.
* No poder pagar ropa nueva
* El coste financiero de la adicción es una gran razón por la que existe el consumidor de drogas estereotípico: desaliñado, vestido con ropa sucia y viviendo en la calle. Si bien este es un caso extremo, esta realidad existe para muchas personas.
Sin embargo, no todos llegan al punto de perder sus hogares. Muchas personas son capaces de desgastarse al nivel de llevar una doble vida, pueden mantener sus trabajos y hogares mientras padecen adicción a las drogas. Desafortunadamente, en lugar de gastar sus fondos extra en actividades recreativas, pasatiempos, salidas a cenar u otras cosas agradables, gastan la mayor parte de sus ingresos en drogas.
Una gran mayoría de los consumidores de drogas son muy inestables emocionalmente. Pueden estar eufóricos o de muy buen humor un día, y tristes o deprimidos en cuestión de horas o al día siguiente.
Algunos consumidores de drogas se vuelven severamente apáticos y no pueden comunicarse a nivel emocional porque están completamente desconectados de sí mismos.
El reconocimiento y la comprensión de las emociones es importante, ya que si no los reconocemos y no aprendemos a lidiar con ellos, nos pueden llevar una y otra vez al consumo.
Desafortunadamente, los adictos suelen lidiar con muchas más emociones que el individuo promedio. Pueden experimentar vergüenza, ira, tristeza y pena como resultado de sus adicciones. Muchos de ellos se han encontrado en situaciones violentas, peligrosas o impactantes y no tienen manera de afrontar sus sentimientos de otra forma que no sea consumir más drogas. Esto significa que, durante los años de adicción, los consumidores de drogas cargarán con una enorme deuda emocional. En algunos casos, se requieren muchos años de terapia para ayudar al individuo a controlar estos problemas.
A todo esto hay que añadir que el desarrollo y madurez emocional de un adicto se detiene cuando llegan las drogas, por lo que debe rehacer el trabajo que no hizo en su momento.
* Coste psicológico
La razón por la que todas las adicciones pueden causar problemas es por la forma en que nuestro cerebro responde al placer. Cuando experimentamos algo que consideramos placentero, una parte de nuestro cerebro conocida como vía de recompensa mesolímbica se inunda de dopamina. Ésta es la «recompensa» que recibimos por participar en una actividad placentera.
Es esta avalancha de dopamina a la que muchas personas se vuelven adictas. Desafortunadamente, inundar continuamente nuestro cerebro con dopamina resultante de actividades de búsqueda de placer conduce en última instancia a un proceso conocido como regulación negativa. En este sentido, nuestro cerebro se vuelve menos sensible a la dopamina y requiere mayores cantidades para experimentar la misma cantidad de placer.
Cuando nos enfrentamos a adicciones a las drogas, los problemas se vuelven mucho más intensos porque las drogas interactúan directamente con los sistemas de neurotransmisores de nuestro cerebro. Estos son los sistemas que regulan todas nuestras funciones físicas y mentales, incluidos nuestro estado de ánimo, nuestro horario de sueño, nuestro apetito, etc.
Al influir directamente en estos sistemas, las drogas pueden regularlos negativamente y provocar varios problemas a largo plazo, como anhedonia y falta de placer asociadas a procesos ansiosos y depresivos. Si bien estos sistemas eventualmente se regulan positivamente gracias a la abstinencia, esto puede llevar muchos meses e incluso años.
* El coste físico
Se sabe que muchas drogas causan problemas físicos graves. Cuando se usan en exceso, pueden causar daños irreparables en el cuerpo y el cerebro.
Además, algunos de los hábitos de vida propios de la drogadicción pueden acentuar estos problemas:
* Mala higiene
* Mala nutrición y dieta.
* Hábitos de sueño poco saludables
* Todas estas cosas, combinadas con la naturaleza neurotóxica de algunas drogas, pueden funcionar en conjunto para causar daños graves a un consumidor de drogas.
* Pueden surgir problemas y fallas en los órganos.
* Pueden surgir problemas cardiovasculares.
* Mayor riesgo de enfermedad, disminución de la inmunidad.
* Daño permanente a la función cerebral.
* Pérdida de movilidad
* Mayor envejecimiento