La recuperación es un viaje muy personal. Para la mayoría, la recuperación temprana (hasta cumplir el primer año limpio de drogas y alcohol) implica centrarse en el bienestar propio: establecer límites tanto con uno mismo como con los demás, encontrar una rutina saludable, buscar y recibir apoyo y en definitiva, crecer emocional, mental y tal vez espiritualmente. En definitiva, es un momento para mucha autorreflexión y auto ayuda y para establecer una identidad personal positiva de cara a nosotros, y no hacia el resto de las personas.
Por naturaleza, los humanos somos seres sociales y las relaciones saludables pueden tener un impacto positivo en nuestra salud mental, emocional y física. Sin embargo, la recuperación temprana implica una gran concentración en el interior. Es tan importante como que tenemos que reaprender a vivir sin drogas ni alcohol, lo cual para todos los adictos es completamente nuevo, como si de alguna manera volviéramos a la edad con la que empezamos a consumir. Sin drogas ni alcohol, la vida es muy distinta, y la gran mayoría de los adictos que empiezan a estar sobrios descubren que tienen serias dificultades a la hora de trabajar, relacionarse con el resto de personas o acometer cualquier actividad de su día a día que antes hacían bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Si eres un adicto o adicta en recuperación soltero, no busques relaciones, y si la tienes, no la dejes…durante el primer año
Los terapeutas en adicciones, por todos estos motivos, solemos recomendar a nuestros pacientes que, durante el primer año de recuperación, no mantengan relaciones sexuales ni de pareja en caso de que no la tuvieran antes. Y en caso de tener pareja, no modificar el status de la relación.
Los adictos son personas con unos estados emocionales muy cambiantes, que pueden pensar de una manera en un determinado momento y lo contrario pasadas unas horas en el mismo día, y más aún cuando han dejado de consumir recientemente y existe un gran desequilibrio en los neurotransmisores a nivel cerebral. No es momento de tomar grandes decisiones, y sí de consultar absolutamente todo con su terapeuta de referencia. Asimismo, el vacío que han dejado las drogas, es muy probable que el adicto trate de llenarlo con otro tipo de conductas al saber que las drogas y el alcohol ya no son una opción: la comida, el juego, compras, deporte, trabajo, móvil, videojuegos…y sexo y/o relaciones.
El sexo y el flirteo es una conducta que produce liberación de dopamina, no tan a gran escala como la que producen el alcohol y las drogas, pero lo suficiente como para mantener al adicto obsesionado. Y si el adicto está obsesionado con algo o alguien, no podrá estar en recuperación porque no podrá estar mirando dentro de sí mismo. En ese caso y dados los vaivenes emocionales que producen el sexo y las relaciones de forma intrínseca (discusiones, reconciliaciones, falta de entendimiento, celos, infidelidades), la posibilidad de tener una recaída es altísima. De hecho, las relaciones son el motivo principal de recaída de un adicto independientemente del tiempo que lleve limpio, no solo durante el primer año.
Pautas para sobrellevar el primer año de recuperación sin sexo ni relaciones
* Establece y sigue los objetivos. Prueba nuevas experiencias que no involucren a una pareja, alcohol o drogas. Haz una lista de estas actividades y hazlas.
* Mantente fiel a tu red de apoyo y nútrete de ella: asiste a todas las terapias posibles en tu centro de referencia, y cultiva las relaciones con tus compañeros limpios de alcohol y drogas.
* Comprométete a no salir con otra persona. Esto te hará responsable y te ayudará a evitar la tentación de tener citas durante ese primer año de sobriedad.
* Mantente alejado de tu(s) ex: si antes de empezar a recuperarte rompiste con una pareja (o rompió ella), procura no mantener contacto ni dejar que ciertos sentimientos asociados a aquella relación se te atraganten: háblalo en las terapias grupales y con tu terapeuta para sanar.
* Sé honesto, no guardes secretos: la honestidad con tu terapeuta y tus amigos de recuperación es imprescindible para poder tomar decisiones adecuadas que no te conduzcan a una recaída. Por ejemplo, si le dices a un terapeuta que estás considerando tener una cita o sexo con alguien, es posible que pueda ayudarte a mantenerte enfocado en tu sobriedad en lugar de posibles distracciones.
* No seas tu propio terapeuta: un adicto en soledad está en mala compañía, déjate guiar y asesorar por el grupo, los compañeros y sobre todo, por tu terapeuta. No tomes las riendas de tu propio tratamiento, porque fueron tus mejores decisiones las que te llevaron a la adicción, y sería de locos volver a repetir una y otra vez los mismos errores.