Alcoholismo en jóvenes adolescentes: causas, riesgos consecuencias y comportamientos

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El alcohol es, absolutamente, la primera droga a la que accedemos los seres humanos en casi todo el mundo, ya que en la mayoría de países es una sustancia legal y se permite su venta y consumo. Forma parte de los momentos de ocio no solo de los jóvenes y adolescentes que empiezan a salir los fines de semana, sino también de los adultos. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el alcohol está bien visto por la sociedad y que lo extraño es ser abstemio. 

Si bien es muy complicado que se de un caso de alcoholismo entre jóvenes y adolescentes de entre 12 y 18 años, sus patrones de conducta respecto a su consumo en esta etapa de la vida sí pueden alertarnos de graves problemas de adicción en el futuro: llegar continuamente a la borrachera, beber mucho en poco espacio de tiempo (binge drinking) y/o padecer intoxicaciones o comas etílicos. Según datos de la Encuesta sobre uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España ESTUDES 2021 en jóvenes de 14 a 18 años, los adolescentes empiezan a consumir alcohol a los 14 años de promedio. En los 30 días anteriores a la encuesta, casi 1 de cada 4 jóvenes se había emborrachado, y casi 1 de cada 3 había bebido cinco copas o cervezas en menos de 2 horas. 

¿Por qué beben y por qué empiezan tan pronto?

Probablemente, sus padres empezaron también a esa edad. Como hemos mencionado antes, el problema del alcohol es que está en cualquier lugar y los progenitores o familiares también beben, por lo que crecen en esa “normalidad”. Por lo tanto, el joven siente inquietud hacia el alcohol y quiere experimentar lo que sienten los mayores. A la curiosidad también habría que sumar el componente “rebelde” de la adolescencia, en la que quieren empezar a emanciparse emocionalmente de sus padres, y que en algunos casos lleva aparejado ciertas actitudes incluso desafiantes.

También es importante el sentimiento de pertenencia al grupo, ya que la mayoría de sus amigos empiezan también a beber, y no desea sentirse excluido y quedar como un marginado por no hacer lo que hacen los demás. Notan que el alcohol les desinhibe y les posibilita tener menos problemas a la hora de relacionarse con los demás y con el sexo opuesto.

Asimismo, la adolescencia es una etapa complicada en el ser humano debido a los cambios físicos que empiezan a experimentarse, el comienzo de las relaciones amorosas o sexuales, llegan los miedos y puede que afloren sentimientos de ansiedad, tristeza o depresión, y todo ello provoca un cóctel que lleva al joven a refugiarse en el consumo de alcohol ocasional. Pues bien, este último apartado es el más peligroso, ya que la adolescencia pasa y la mayoría de jóvenes maduran con el tiempo, pero hay una parte de esos adolescentes que desarrollará la adicción con el tiempo porque empiezan a utilizar el alcohol como un anestesiante, una vía de escape ante problemas no resueltos. 

Factores de riesgo de desarrollar adicción

Es importante destacar, primero, cuáles son algunos de los factores protectores ante el desarrollo de adicción al alcohol u otras drogas: los vínculos emocionales fuertes con los padres y con otros familiares, que los progenitores estén atentos tanto a ellos como a sus aficiones, intereses y amistades, y por último la colaboración en actividades sociales y/o el éxito académico.

 

Entre los factores de riesgo, evidentemente el que más influye está en sus propios genes. Se estima que 1 de cada 10 personas tienen predisposición genética a padecer alcoholismo o adicción a drogas, y las probabilidades aumentan si existen o han existido casos en la propia familia, si han crecido en ambientes tóxicos con padres consumidores problemáticos de alcohol o drogas o con trastornos psiquiátricos.

Además de los factores referentes a la predisposición genética y la personalidad, el resto son factores de tipo ambiental: rodearse de amistades que beben, tener unos padres permisivos con su educación o que tienden a sobreproteger, permitir y dar todo lo que pide al adolescente desde que ha sido pequeño (ésta es una conducta adictiva de libro, ya que se desarrolla la gratificación inmediata), la falta de comunicación o un ambiente familiar tenso que persuada al joven a buscar alivio en el alcohol, y por supuesto algunos aspectos ya mencionados como la búsqueda de la aceptación de los amigos y el grupo y las costumbres sociales que rodean al consumo de alcohol.

Riesgos y consecuencias del consumo temprano de alcohol

En primer lugar, comenzar a beber antes de cumplir 15 años aumenta las probabilidades de desarrollar un consumo problemático o crónico de alcohol. 

A nivel de salud, los efectos negativos en un cerebro que todavía no ha terminado de madurar afectan a las capacidades cognitivas y procesos fundamentales como la toma de decisiones, el autocontrol y el razonamiento. 

A nivel psicológico se produce un mayor riesgo de padecer depresión y/o ansiedad. 

Asimismo, el alcohol altera el sistema hormonal, por lo que afecta a la pubertad y el crecimiento normal de un adolescente.

Dentro de los comportamientos de riesgo que lleva asociados el consumo de alcohol en los más jóvenes, encontramos aquellos asociados a la conducta sexual como practicar sexo sin protección y tener embarazos indeseados, conducir en estado de ebriedad aumentando drásticamente los riesgos de accidente fatal tanto para la propia persona como para los demás, problemas académicos y fracaso escolar, incremento de la agresividad y la conducta desafiante cara a los familiares y figuras de autoridad (actos vandálicos) y por último una mayor probabilidad de iniciarse en otras sustancias más allá del alcohol debido a la desinhibición que provoca el mismo.

Prevención

En este aspecto, los padres son el mejor ejemplo de cara a la conducta de sus hijos. No tener bebidas alcohólicas en casa, fomentar una vida saludable a través del deporte y otras aficiones o dejar claras las normas y los límites, además de una comunicación fluida y asertiva, son las mejores herramientas de prevención para reducir al mínimo las posibilidades de que nuestros hijos desarrollen una dependencia hacia el alcohol.

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