Tener una pareja con problemas de adicción al alcohol o a las drogas es muy sufrido, y más si la relación lleva un tiempo en marcha y uno de los dos miembros de la pareja ha visto como el proceso adictivo del otro ha ido creciendo con el tiempo, como es lógico, puesto que la adicción es una enfermedad crónica, progresiva y mortal.
En las primeras etapas de consumo, pueden unirse dos factores importantes, sobre todo en caso de ser una pareja de jóvenes menores de 30 años: que “pegarse una fiesta” con alcohol está bastante normalizado en la sociedad (y donde hay alcohol es probable que haya cocaína), y el hecho de que los amigos en común de la pareja también consuman, aunque no pierdan el control como lo hace la persona que es adicta.
Un patrón de conducta muy común en los enfermos adictos es el de prometer que ésta será la última vez que la lían, y se mostrarán sinceramente arrepentidos y dolidos cuando retomen algo de conciencia. Sin embargo, es muy probable que no sea la última, porque la adicción es más poderosa que la fuerza de voluntad de una persona, y eso es precisamente lo que a la gran mayoría de personas les cuesta entender. Incluso a los propios familiares.
Entonces, ¿qué puedo hacer por mi pareja adicta? En primer lugar, si tu pareja no quiere salir de su adicción, la respuesta es corta y breve: nada. Por ese motivo, tú como pareja has de formularte una pregunta: ¿estás dispuest@ a aguantar cómo tu pareja se niega a recuperarse y se va destruyendo a sí mismo cada vez más? Si la respuesta es no, la única salida que te queda es dejarle. En último término, quizá ese sea el motivo que le lleve a querer cambiar.
Sin embargo, en caso de que tu pareja esté harta de sufrir y quiera recuperarse, sí puedes prestarle ayuda, y el primer paso sería el de buscar una organización especializada en el tratamiento de adicciones. Ellos son los que evaluarán el caso de tu pareja y te dirán los siguientes pasos a seguir, que pueden incluir el internamiento en una clínica de desintoxicación durante 2 a 3 meses así como la posibilidad de realizar un tratamiento ambulatorio, en función de la gravedad. Ésto no quiere decir que no pueda tener una recaída en un momento determinado como parte de su propio proceso puesto que tiene una enfermedad y un adicto tiende de manera natural a recaer en el alcohol o en el consumo de la sustancia con la que tenía el problema.
En cualquier caso, si decides continuar con tu pareja el viaje hacia su recuperación, hay ciertos comportamientos que sí deberías evitar, ya que podrían perjudicar la relación:
- El control: a no ser que él te lo pida, no deberías actuar como un policía que vigila cada uno de sus movimientos, ya que ésto puede perjudicar vuestra relación. Limítate a observar si ves algo raro, y en caso afirmativo, háblalo con el especialista que lleve su caso. Ellos serán los responsables de hacerle controles de orina o tomar las medidas que crean necesarias.
- No juzgar: un adicto tiene una personalidad egocéntrica que irá corrigiendo a medida que avance su recuperación, y que no se puede cambiar de la noche a la mañana (de la misma manera que su adicción fue un proceso y no surgió como un chispazo) y su propia naturaleza le lleva a la obsesión y a la compulsión con otros comportamientos. Permanece atent@ a estos patrones de conducta ya que le pueden llevar a una recaída, pero trata de no hacerle sentir mal por ello.