Las personas y los lugares que nos rodean en la vida cotidiana desempeñan un papel importante en casi todos los aspectos de la vida, más aún en la recuperación de adicciones. A menudo, una de las partes más difíciles de la recuperación es comprender cuándo cortar los vínculos con personas que facilitan o perjudican los esfuerzos de recuperación. No existe una solución única para cortar los vínculos con personas tóxicas. El mejor enfoque a seguir puede variar de una persona a otra, y lo que puede funcionar para una persona puede no ser lo mejor para otra.
Es una buena idea hablar con un consejero o un profesional en adicciones antes de hablar con personas cercanas, especialmente si hacerlo podría ser perjudicial para la relación. Estos profesionales pueden guiar a través del lenguaje y el enfoque correctos al hablar con los seres queridos.
Si bien cada orientación es diferente, existen algunas pautas generales que pueden usarse para la mayoría de las personas.
Planificar la conversación
Entablar una conversación a ciegas nunca es una buena idea, especialmente si esa conversación implica separarse o crear distancia. Siempre es una buena práctica planificar lo que se dice antes de tener la conversación. La mejor manera de hacerlo es explicar que la recuperación debe ser lo primero y que al crear este espacio no solo podemos trabajar en nosotros mismos, sino que también podemos darle tiempo a nuestro ser querido para reflexionar sobre su papel en nuestra recuperación.
Establecer límites
Una de las primeras tareas que tenemos al cortar lazos con un amigo de consumo o ser querido tóxico es establecer límites. ¿Estamos planeando eliminar a esta persona por completo? ¿Seguiremos interactuando con ellos debido a amigos o familiares en común? Establecer límites claros que se puedan cumplir, como bloquearlos en las redes sociales o ignorar sus llamadas telefónicas si no respetan la necesidad de espacio, pueden ser de gran ayuda.
Honestidad
Como ocurre con cualquier conversación, es importante ser honesto al hablar con amigos o seres queridos. Mentir sobre por qué se necesita crear un espacio entre nosotros y los demás nunca es la respuesta y, a menudo, hará más daño que bien. Es posible que algunas personas no lo comprendan si no somos lo suficientemente directos y pueden continuar insistiendo en el tema. Ser directo es la mejor manera de garantizar que nuestro punto de vista se entienda y que solo necesitaremos tener esta conversación una vez.
Evaluación de las relaciones
Lo más probable es que sepamos las personas y los lugares que pueden tener un impacto negativo en nuestra recuperación. Algunos son más obvios, como aquellos amigos o personas de consumo que aún pueden estar lidiando con una adicción; sin embargo, es posible que otros no estén tan claros. Estas relaciones también pueden resultar difíciles de detectar si hemos estado en ellas durante muchos años, ya que es posible que no sepamos relacionarnos de forma sana.
Uno de los primeros pasos que se deben tomar al evaluar si cortar o no los vínculos con personas o lugares es identificar cuáles podrían perjudicar los esfuerzos de recuperación. Algunos ejemplos de relaciones no saludables incluyen:
• Amigos que todavía abusan de las drogas o el alcohol: desafortunadamente, muchas personas que se inician en la recuperación descubren que algunos de sus amigos cercanos, si no todos, están ausentes una vez que dejamos de consumir. Sin drogas ni alcohol, muchas personas se dan cuenta de que tienen poco en común con estas personas y que su amistad giraba únicamente en torno al abuso de sustancias. Debemos priorizar la creación de un círculo nuevo en torno a las personas que conocemos en las terapias de grupo, que son personas en recuperación.
• Facilitadores: los denominados «facilitadores» son personas cuyos comportamientos permiten que una persona continúe consumiendo drogas y alcohol sin consecuencias. Muchos miembros de la familia pueden ser demasiado protectores durante el proceso de recuperación, y si no sabemos ponerles límites, quizá lo adecuado sea tomar distancia. Los familiares que tal vez no quieran admitir que su ser querido está cometiendo un error en su proceso de recuperación a menudo pueden poner excusas o encubrir sus acciones como una forma de protegerlo. También pueden evitar los conflictos por completo para evitar herir sus sentimientos.