Recuperarse de una adicción nunca es fácil y hay muchos obstáculos en el camino. Uno de esos obstáculos es una parte muy común y a menudo esperada del proceso de estar sobrio: la recaída.
Los estudios muestran que durante el primer año de sobriedad más del 85% de las personas experimentan una recaída durante el tratamiento. Si bien los signos y síntomas de las recaídas son múltiples y muy variados, hay muchos que pueden pasar desapercibidos para quienes no están cerca de la persona que ha recaído. Estos síntomas, que a menudo son conductuales, pueden ser más fáciles de detectar para los seres queridos o amigos cercanos.
Reconocer las señales más sutiles de una recaída puede ayudarnos a encontrar tratamiento y apoyo para nuestro ser querido antes de que la recaída se vuelva peligrosa o potencialmente mortal. Ya sea amigo, familiar o cónyuge, es importante comprender los cambios que una recaída puede tener en la salud física, emocional y mental de una persona.
Comprender por qué ocurren las recaídas
Si bien las recaídas son una parte muy común en el proceso de recuperación de una adicción, los factores detrás de sus causas son diferentes para cada persona. Para algunas personas, las recaídas son causadas por la reaparición de afecciones de salud mental pasadas, como depresión o ansiedad. Estas condiciones de salud mental pueden ser difíciles de afrontar y pueden hacer que algunas personas recurran a las drogas o al alcohol para afrontarlas.
Para otros, las recaídas pueden ser causadas por dificultades en sus vidas durante o después de dejar el tratamiento, como la pérdida de un familiar, de un trabajo o dificultades económicas. Estas situaciones repentinas, a menudo difíciles, pueden descarrilar rápidamente la sobriedad de una persona y provocar una recaída.
5 maneras de detectar una recaída en un ser querido
1. Cambios en su comportamiento
Quienes sufren trastornos por abuso de sustancias pueden hacer todo lo posible para ocultar la recaída y defenderse, especialmente si se les acusa de volver a consumir drogas o alcohol. A menudo se sienten culpables y avergonzados, con pensamientos de que han fracasado, lo que empeora aún más su abuso de alcohol o drogas durante la recaída. Como defensa, las personas pueden intentar racionalizar comportamientos que sus seres queridos cuestionan si también han asistido a terapia de familia y hablan habitualmente con su consejero.
Alguien que ha recaído también puede sufrir otros cambios emocionales y de comportamiento. Algunos de estos cambios pueden incluir descuidar responsabilidades y cambios repentinos en su comportamiento o actitud, como mayor mal humor, irritabilidad o negatividad. Para aquellos que se han acostumbrado a que su ser querido prospere en recuperación, estos cambios pueden ser muy fáciles de detectar.
2. Regreso de ansiedad, depresión u otras condiciones de salud mental
Una de las señales más comunes de que nuestro ser querido ha recaído es la aparición de una condición de salud mental. Este puede ser un nuevo trastorno de salud mental que surgió repentinamente por el abuso de sustancias o una condición de salud mental preexistente que puede verse exacerbada por las drogas o el alcohol. A menudo, los síntomas de un trastorno por uso de sustancias también pueden imitar los síntomas de una afección de salud mental.
Algunas de las afecciones de salud mental más comunes que experimentan las personas que recaen son la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Si bien estas afecciones de salud mental son muy diferentes, algunos de los síntomas más comunes que comparten incluyen:
* Sentimientos de extrema tristeza.
* Preocuparse incontrolablemente
* Mayor agitación
* Retirarse de la familia, los amigos o el trabajo.
Estas condiciones de salud mental también pueden ser un factor de riesgo que puede contribuir a una recaída, especialmente cuando no se abordan adecuadamente.
3. Evitar comportamientos “de recuperación”
Los comportamientos a favor de la recuperación son comportamientos que se aprenden durante el tratamiento de la adicción y que están destinados a promover la sobriedad. Ejemplos de comportamientos a favor de la recuperación pueden incluir aspectos como asistir a grupos de apoyo, ver a un terapeuta, meditar, hacer ejercicio y llevar un diario escrito. Cuando un ser querido se distancia de estos comportamientos o los deja por completo, puede ser una señal de que ha recaído.
4. Reanudar viejas relaciones negativas
Otra señal importante de que un ser querido ha recaído es si ha regresado o se ha rodeado de personas, lugares o situaciones que promueven el consumo de drogas o alcohol. Estos incluyen frecuentar lugares como bares o discotecas o salir con personas que todavía consumen drogas o alcohol, lo que a menudo se denomina “comportamientos anti-recuperación».
Si bien puede ser muy difícil, romper los lazos con viejos amigos, lugares y conocidos asociados con el consumo de alcohol o drogas es una parte esencial de la recuperación. Volver a conectarse con estas personas puede aumentar significativamente la probabilidad de recaída.
5. Cambios en la apariencia física
Quizás uno de los signos más notables de una recaída sean los cambios físicos que pueden ocurrir. Estos síntomas físicos incluyen tanto cambios en la apariencia como síntomas de abuso de drogas o alcohol que pueden cambiar la apariencia de una persona.
El abuso de drogas y alcohol puede rápidamente superar cualquier otra prioridad en la vida de una persona, incluida su propia higiene y apariencia personal. Alguien que ha recaído y está consumiendo drogas o alcohol nuevamente puede parecer menos “conservado” de lo que suele estar. También puede notar cambios en su apetito o peso, como un aumento repentino de peso o pérdida de apetito.