La adicción es una enfermedad compleja y progresiva que a menudo puede requerir cuidados intensivos para tratarse adecuadamente. Múltiples áreas de la vida de una persona contribuyen al desarrollo de una adicción y nunca hay dos casos iguales. Después del tratamiento inicial, se deben implementar mecanismos de apoyo que aborden todas las áreas de la vida para mantener una recuperación saludable.
El post-tratamiento, cuidado posterior o cuidado continuo, es un término que a menudo se aplica a la etapa en la que los pacientes ya funcionan de forma ambulatoria, una vez han terminado su etapa en el centro de desintoxicación o de reinserción en piso terapéutico. Si bien los niveles más altos de atención generalmente se realizan en un entorno más restrictivo, como el tratamiento hospitalario o el centro de desintoxicación, la atención posterior se realiza de forma ambulatoria.
El cuidado posterior es una parte increíblemente importante de la recuperación de la adicción, pero a menudo se pasa por alto en las primeras etapas de la sobriedad. Comprender por qué los cuidados posteriores son importantes y cómo pueden ayudar a promover una sobriedad significativa es vital para la recuperación a largo plazo.
El post-tratamiento propiamente dicho
El post-tratamiento abarca muchas áreas, y éste puede incluir evaluaciones adicionales, terapias ambulatorias, citas para el manejo de medicamentos psiquiátricos, tratamientos médicos, asistencia a grupos de apoyo o vida residencial sobria, e incluso programación hospitalaria parcial o intensiva para pacientes ambulatorios.
Terapia: en la recuperación temprana, hemos de considerar si participar en terapias y tratamientos para ayudar a abordar problemas psicológicos subyacentes o asociados no resueltos que pueden haber servido como factores de riesgo para el trastorno por uso de sustancias o que ahora son el resultado del consumo de drogas.
Ambiente y contexto: es necesario que se produzcan cambios ambientales que coloquen al adicto en un espacio saludable para mantener la sobriedad. Esto implica la identificación de personas, lugares, cosas y situaciones que contribuyeron a la adicción o que pueden haber actuado como desencadenantes. Estos desencadenantes ambientales a menudo han desarrollado asociaciones psicológicas con el abuso de drogas y es necesario eliminarlos. Aunque esto puede ser difícil, es importante, ya que estos factores, sin cambios, pueden ser un gran factor de riesgo de recaída.
Comunidad: al hilo de modificar el ambiente y el contexto, se trata de apoyarse de forma significativa en el grupo de terapia y tratar de que nuestras nuevas amistades giren en torno a ese grupo. La asistencia a terapia es una excelente manera que nos ayuda a conocer a aquellos que tienen mentalidades de recuperación similares, aquellos que acaban de comenzar el viaje u otros que aportan años de experiencia en sobriedad.
Medicina: es importante abordar todas las afecciones médicas subyacentes que puedan haber pre existido o haber actuado como factor de riesgo para el consumo de drogas, así como abordar aquellos problemas médicos que podrían haber resultado del consumo de drogas. Todas las opciones, desde las naturales, holísticas, ayurvédicas, tradicionales y quirúrgicas, deben explorarse y determinarse como las que mejor se adaptan para obtener el mejor resultado. En cuanto a los medicamentos, algunos pueden ayudar a abordar los síntomas de abstinencia residuales y cravings, mejorar la calidad de vida en abstinencia, así como otros, siempre que se consideren médicamente adecuados y no sean adictivos.