Una adicción a las compras, a menudo llamada compra compulsiva u oniomanía, es una adicción conductual descrita como un deseo excesivo y abrumador de realizar compras que, en última instancia, tiene repercusiones negativas. La adicción a las compras puede dañar sustancialmente la vida de una persona, incluidas sus relaciones y su bienestar financiero.
Las personas que luchan contra la adicción a las compras a menudo experimentan sentimientos de emoción o placer mientras compran. Estos sentimientos pueden aliviar temporalmente los sentimientos de estrés, ansiedad o aburrimiento. El alivio de estos sentimientos y usar este comportamiento como una vía de escape ante sentir algo que no nos gusta es lo que crea la adicción. Sin embargo, el alivio de estos sentimientos que brindan las compras es breve.
Después de hacer compras impulsivas, la persona pronto puede sentir culpa, arrepentimiento o vergüenza. Independientemente de las consecuencias adversas, como la tensión financiera, los problemas en las relaciones con nuestros seres queridos o la angustia emocional, el comportamiento adictivo de la compra compulsiva persiste. Si te preguntas si tus compras excesivas se han convertido en una adicción, es importante conocer los 10 principales signos de adicción a las compras.
- Gasto compulsivo
Las personas con adicción a las compras a menudo gastarán una cantidad sustancial de dinero o tiempo en compras, comprando cosas que no son necesarias o que no están dentro de sus posibilidades. Por ejemplo, una persona adicta a las compras puede usar el dinero del alquiler para comprar un bolso de una marca de lujo.
- Apego emocional
Cuando alguien es adicto a las compras, puede experimentar una sensación de euforia o emoción cuando compra, seguida de sentimientos de arrepentimiento o culpa. La experiencia emocional relacionada con las compras es lo que alimenta la adicción.
- Pérdida de control
Cuando son adictos a las compras, las personas continuarán comprando aunque saben que afecta negativamente sus vidas. Una persona sentirá un deseo incontrolado de seguir comprando o realizar compras a pesar de las consecuencias adversas que se produzcan a causa de ello.
- Preocupación por las compras
Las personas adictas a las compras pensarán continuamente en comprar. Continuarán navegando por las tiendas en línea o preparando su próxima aventura de compras, independientemente de sus otras responsabilidades u obligaciones.
- Ir de compras para aliviar las emociones negativas
Ir de compras puede convertirse en una herramienta de afrontamiento para lidiar con el estrés, la ansiedad u otros sentimientos negativos. Las personas también pueden experimentar una disminución de los sentimientos de depresión al comprar, así como angustia emocional o una sensación de vacío cuando no están comprando.
- Problemas financieros relacionados con las compras
Las personas adictas a las compras pueden continuar comprando incluso si tienen deudas, no pueden pagar sus cuentas o tienen otros problemas financieros. Por ejemplo, alguien adicto a las compras seguirá utilizando sus tarjetas de crédito al máximo aunque sepa que no puede pagarlas.
- Mentir u ocultar las compras
Las personas pueden ocultar sus hábitos de compra ante los demás, sintiendo vergüenza por sus compras compulsivas. Por ejemplo, una persona puede esperar hasta que su cónyuge se duerma antes de traer las compras del automóvil para esconderlas en el armario antes de que se dé cuenta de lo que ha comprado.
- Ir de compras como actividad recreativa
Las personas adictas a las compras pueden ir de compras con amigos o familiares como una forma de vincularse o mantenerse conectados. También pueden comprar durante su tiempo libre y carecer de otros pasatiempos saludables.
- Descuido de responsabilidades
Las compras pueden preceder a otras responsabilidades esenciales, como el trabajo, la escuela o las obligaciones familiares. Esto puede hacer que las personas ignoren a sus seres queridos, su cuidado personal o su salud, e incluso su productividad laboral debido a las compras excesivas.
- Cuestiones legales
Una vez que una persona ha agotado todos sus recursos debido a una adicción a las compras, es posible que quiera robar o intentar abrir tarjetas de crédito a nombre de un miembro de la familia solo para obtener fondos para comprar.
Condiciones de salud mental concurrentes
La adicción a las compras también puede coexistir con otras afecciones de salud mental, como un trastorno por uso de sustancias.
Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, casi 8 millones de personas tienen un trastorno por uso de sustancias y una condición de salud mental concurrentes llamada diagnóstico dual. Los trastornos concurrentes son tan comunes que los expertos han encontrado que casi el 40% de todas las personas con trastornos por uso de sustancias tienen al menos otra afección de salud mental, y viceversa.
No todas las personas con adicción a las compras desarrollarán un trastorno por uso de sustancias, y no todas las personas con un trastorno por uso de sustancias desarrollarán una adicción a las compras. Sin embargo, lo que sí significa es que las personas con adicción a las compras tienen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias.