El alcohol es la droga más consumida del mundo y es legal en muchos países, pero eso no quiere decir que no tenga efectos adversos. Como vivimos en una sociedad eminentemente alcohólica, no faltan los estudios sesgados que hablan de las bondades de tomarse una copa de vino al día, ya que somos especialistas en autoengañarnos. No olvidemos que la venta de alcohol mueve muchos millones de euros al año.
A nivel de salud, las consecuencias físicas abarcan muchos órganos, ya que genera riesgos a nivel:
–Digestivo: el perjuicio más conocido es en el hígado, ocasionando hepatitis que puede derivar en una cirrosis. Sin embargo, también produce daños en el estómago, el esófago y el páncreas, con una relación directa entre beber alcohol y padecer cáncer en estos órganos.
–Cardiovascular: aumento de la presión cardiovascular, deterioro del músculo cardíaco y mayor probabilidad de padecer arritmias, ataques al corazón e infartos cerebrales.
–Neurológico: el consumo crónico de alcohol puede llegar a producir un déficit cognitivo severo, con pérdidas de memoria y/o demencia.
Cuando hablamos de cuidarnos, y hablamos de hábitos saludables, queda claro que entre ellos figuraría no tomar ni una gota de alcohol. Por ejemplo, mucha gente gasta dinero en cosmética para cuidar su cara y su piel, pero de nada servirá si beben de forma habitual o se pegan grandes borracheras los fines de semana.
Para empezar a comprender por qué el alcohol es perjudicial para la piel, hemos de tener en cuenta que el etanol se absorbe en el estómago y el intestino para después circular por nuestra sangre hasta que llega al hígado. En el hígado, unas enzimas se encargan de metabolizar la sustancia para que pueda ser eliminada. Tanto el alcohol en sangre como los metabolitos resultantes tras su degradación pueden provocar efectos tóxicos a muchos niveles, incluida la piel, por lo que es probable que aparezcan arañas vasculares, eritema o rojez facial y en las palmas de las manos, hiperpigmentación en piernas, alteraciones de las uñas, ictericia, etc.
¿Qué efectos tiene en la piel?
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Deshidratación
El alcohol es diurético, por lo que facilita o aumenta la eliminación de líquidos. Es por ello que la piel pierde hidratación, y también dificulta la rehidratación posterior, resultando en arrugas más visibles y líneas de expresión.
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Inflamación
El alcohol inflama la piel, y esta inflamación se produce sobre todo en nariz y mejillas, aunque también puede afectar a otras áreas del cuerpo, causando un envejecimiento prematuro de la piel.
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Rosácea y acné
La rosácea es una afección bastante común en la piel que causa rubor o envejecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara, y puede producir pequeños bultos llenos de pus. Beber alcohol exacerba esta condición, sobre todo en los consumidores de vino blanco.
La aparición de acné puede estar relacionada con los picos de insulina que provoca el azúcar que llevan algunas bebidas mezcladas con el alcohol.
Qué ocurrirá en la piel si dejas de beber alcohol
En primer lugar, hay que tener en cuenta que los efectos no se notarán hasta pasados unos 10 días si hablamos en concreto de la piel, ya que evidentemente la salud de nuestro organismo en general se verá muy beneficiada por la abstinencia.
Al dejar el alcohol, la piel parecerá más tersa y brillante y con menos rojez y brotes de acné alrededor de las mejillas en un corto período de tiempo. Al reducirse también la inflamación, la cara se verá menos hinchada y tendrá un aspecto saludable.