El alcoholismo o también llamado “trastorno por consumo de alcohol” es una adicción como la que puede tener una persona a cualquier otro tipo de droga, porque el alcohol es una droga. Con adicción queremos decir que su consumo genera problemas en la vida de las personas y les afecta cuando no pueden consumirlo, tienen problemas para detenerse cuando empiezan a beber y/o pierden el control de su comportamiento.
Como el alcoholismo, al igual que cualquier otra adicción, es una enfermedad progresiva, los intentos de abstinencia cada vez duran menos, se bebe más cantidad para lograr la borrachera, aumenta la dependencia y provoca riesgos significativos para la salud, principalmente hepáticos.
¿Y cómo saber que eres alcohólico? Si el malestar y la angustia que sientes cada vez es mayor, si en tu entorno te empiezan a comunicar que puede que tengas un problema y tú mismo lo niegas (negación), deberías empezar a preocuparte y solicitar ayuda. Como toda adicción empieza de forma más leve, pero con el tiempo se vuelve un problema grave que puede acabar con tu vida. De hecho, el síndrome de abstinencia del alcohol es de los más peligrosos y requiere de atención médica en un centro especializado por si surgieran complicaciones.
Alcohol y sociedad
La prevención en la adolescencia resulta fundamental para que los jóvenes no empiecen a beber hasta los 18 años, ya que existen multitud de casos de chavales que empiezan con 12 o 13 años. Vivimos en una sociedad alcohólica, pero como no todo el mundo llega a perder el control, está completamente normalizado. Según el informe de Sanidad de 2021, en 2019 el 77,2% de la población consume bebidas alcohólicas. Y un 13% de la población lo hace todos los días, sobre todo en el caso de los hombres. Asimismo, el alcohol está relacionado con entre el 40 y el 50% de los accidentes de tráfico, el 40% de los homicidios y el 15% de los accidentes laborales.
Síntomas de alcoholismo
Los síntomas de alcoholismo vienen determinados por la presencia de dependencia física, que comienza por la ansiedad y necesidad de consumirlo, por los intentos fallidos de haber intentado mantener la abstinencia, por la pérdida de control una vez se comienza con la primera copa o bebida, y por la pérdida de tiempo en la vida diaria de una persona cuando trata de recuperarse después de haber abusado.
En cuánto a la dependencia física y síndrome de abstinencia del alcohol, se pueden presentar náuseas, sudoración, angustia, temblores e incluso alucinaciones, y cuando la adicción es ya muy grave puede producir un cuadro de delirium tremens que puede desembocar en la muerte.
Factores y causas que pueden llevar al alcoholismo
- Genética: existe predisposición a ser adicto al alcohol y otras drogas, y puede apreciarse en muchas familias. Si posees un pariente cercano que ha tenido problemas, el riesgo es mayor.
- Factores físicos: pese a que se debe continuar investigando, los expertos consideran ciertos factores biológicos como por ejemplo ciertos rasgos en el cerebro que dificultan el control de impulsos, la toma de decisiones y el funcionamiento motriz normalizado cuando se lleva un tiempo abusando de alcohol u otras drogas. A mayor tiempo de consumo, mayor será el daño.
- Factores ambientales: contando con la predisposición genética, también ciertos factores ambientales pueden desencadenar el alcoholismo, como pueden ser traumas, violencia o un nivel de estrés crónico elevado. Enfermedades mentales previas en la familia, el abuso de alcohol en el entorno familiar, una baja autoestima, empezar a beber a edades tempranas y problemas para relacionarse con el entorno son factores a tener muy en cuenta.
Consecuencias del alcoholismo
La sobredosis por alcohol tiene nombre propio, y es el coma etílico. Como es un depresor del SNC (Sistema Nervioso Central) y aunque al principio puede haber cierta euforia o estimulación, a medida que bebes más el efecto es el de sedación. El límite de la borrachera son los mareos y los vómitos, después si se continúa bebiendo puede llegar el coma etílico. Por ello no se debe tomar junto con algunos medicamentos como antidepresivos y benzodiacepinas.
Otro aspecto importante sobre el que incide el alcohol es el de la seguridad ciudadana, ya que en algunas personas puede provocar una pérdida de control con agresividad que deriva en un aumento de protagonizar o padecer episodios violentos y/o accidentes de tráfico, y de éstos derivar otros problemas laborales, judiciales o económicos. Asimismo, el alcohol es una vía para el consumo de otras sustancias ilegales.
En el plano de la salud, el órgano que mayor daño recibe es el hígado (hígado graso) y aumenta las posibilidades de padecer cáncer no solo en el hígado, y otras complicaciones desde digestivas, en la diabetes, salud sexual, sistema inmune…