Las videoconsolas hicieron su aparición a mediados de los 80, se instalaron en las casas a finales de los 90 y se han ido perfeccionando hasta nuestros días. A diferencia de aquellas consolas, que eran de uso puramente individual, las nuevas máquinas permiten desde hace poco más de una década la conexión con jugadores de cualquier parte del mundo, ampliando las posibilidades de juego y también la aparición de problemas de abuso y adicciones. El auge de los Esports y la profesionalización de los jugadores también ha contribuido a este hecho de forma dramática.
La adicción a los videojuegos es una adicción “sin sustancia” o comportamental que se caracteriza por el uso compulsivo y recurrente de videojuegos, que causa malestar psicológico y afecta al resto de áreas de la vida de la persona. En 2022 la OMS ha decidido calificarlo como una enfermedad o trastorno psicológico ya que cada vez más jóvenes pierden el control y sus familias demandan un diagnóstico y un tratamiento adecuados. Forma parte del nuevo espectro de adicciones a las nuevas tecnologías.
Síntomas
* Uso de videojuegos de forma persistente durante al menos 12 meses, que causa deterioro psicológico o malestar significativo
* Negación del problema, siendo la familia quien detecta este patrón de comportamiento perjudicial para la persona
* Prioriza estar jugando a hacer cualquier otra actividad del día a día, incluso sus obligaciones
* Le cuesta terminar la partida una vez que la empieza, e incluso pierde la noción del tiempo
*Necesita jugar cada vez más tiempo
* La mayor parte de sus pensamientos se centran en el juego
* Cuando no puede jugar, aparecen síntomas psicológicos de abstinencia: ansiedad, irritabilidad, tristeza
* Aislamiento social
* Peor rendimiento académico, alimentación y/o sueño nocturno
* Llega a mentir y engañar a su familia, amigos o terapeutas sobre el tiempo que en realidad dedica a los videojuegos
Diagnóstico
Serán los especialistas en salud mental, es decir, los psicólogos y los psiquiatras, los responsables de evaluar si la persona padece adicción a los videojuegos a través de una entrevista clínica tanto con el paciente como con la familia.
Para comprender si su hijo tiene este trastorno, los progenitores suelen preguntar a los profesionales la cantidad de horas al día o a la semana que deben dedicar para considerarlo un problema. Sin embargo,lo determinante no es el tiempo que dediquen, sino el grado de ansiedad que les provoca la necesidad de jugar, si desatienden otras responsabilidades importantes debido a los videojuegos o afecta a su funcionamiento en el día a día.
Posibles causas
No hay una única causa para el desarrollo de adicción a los videojuegos, ya que es multifactorial y depende en gran medida de la predisposición genética a padecer adicciones y a ciertos factores psicobiológicos y psicosociales.
Factores psicobiológicos:
* Joven (adolescente) y varón, con mayor probabilidad si es joven y varón del sudeste asiático
* Rasgos de TDAH y/o alta impulsividad
* Baja autoestima
* Comportamiento antisocial y retraimiento
* Malestar emocional
* Ansiedad parental
Estos factores no han demostrado causalidad, por lo que aún se desconoce si son origen o consecuencia del problema, pero sí hay certeza de que aparecen de forma simultánea
Factores psicosociales:
Haber sufrido bullying o acoso escolar puede precipitar el abuso de los videojuegos como vía de escape, además de padecer problemas familiares en casa o de estar desatendidos emocionalmente.
Tratamiento y pronóstico
El tratamiento fundamental es de terapia, por lo que psicólogos, psiquiatras y centros de adicciones serán los responsables de programar un abordaje psicoterapéutico que incluya otros posibles trastornos mentales concomitantes, como pueden ser la depresión o el TDAH. Tanto la terapia de corte cognitivo-conductual individual como la terapia de grupo son importantes, y en esta última la identificación con otros pacientes con la misma problemática supone una gran ayuda.
Se usará la terapia como herramienta fundamental para que el paciente tome conciencia sobre su problema de adicción y sus consecuencias, analizar dónde puede estar el origen del problema, desarrollar mecanismos de afrontamiento, fomentar otras actividades y favorecer la reintegración sociofamiliar.
Debido a la escasez de datos por ser un trastorno de incidencia muy reciente, queda todavía mucho por hacer en cuanto a su estudio e investigación. Por nuestra experiencia con otros tipos de adicciones, el pronóstico es bastante positivo en el caso de aquellos jóvenes que desean tratarse y quieren ser ayudados.
