Qué son los alucinógenos
Los alucinógenos son drogas que distorsionan la percepción de la realidad en las personas que los consumen, causando alucinaciones visuales, auditivas o sensoriales o generando ilusiones que alteran la percepción de las cosas.
La problemática de estas sustancias viene derivada no tanto por la adicción que producen, sino por los efectos psíquicos que pueden llegar a provocar y que son hasta cierto punto impredecibles. Asimismo, el hecho de que los alucinógenos puedan ser mezclados con otras drogas duplica los riesgos para la salud física y mental de las personas.
Tipos de alucinógenos
Dentro de los considerados alucinógenos clásicos, encontramos:
LSD
También denominado “ácido” a secas, el LSD es una droga psicodélica que se hizo muy famosa en los años 60 con el movimiento hippie de Estados Unidos. Fue descubierta por el químico suizo Albert Hoffman en 1938 gracias al cornezuelo, un hongo que está presente en el centeno. La palabra “viaje” hace referencia a la duración de los efectos de su ingesta, que se puede alargar hasta doce horas. Dependiendo de la cantidad que se tome y la manera en que la persona responda ese día al LSD, hay viajes “buenos” y “malos”, en los que o bien se puede sentir una especie de “ebriedad”, picos de euforia y bienestar y desconexión de la realidad, o pensamientos muy pesimistas llenos de temores y pánico que provocan un intenso malestar en la persona y el deseo intenso de que pase el efecto de la droga.
Psilocibina
La psilocibina es un componente natural de las setas alucinógenas que se transforma en psilocina una vez que el cuerpo lo metaboliza, y es la sustancia responsable de las alucinaciones y efectos psicoactivos que tienen estos hongos en el cuerpo de la persona que los ingiere. Aquellos que defienden su consumo proponen que se puede usar para ciertas prácticas religiosas, espirituales o chamánicas. Incluso se encuentra en vías de desarrollo la capacidad de usar dosis muy pequeñas como fármacos para los trastornos ansiosos y depresivos.
Mescalina
La mescalina es la sustancia psicoactiva que contienen los cactus peyote y san Pedro, ambos provenientes de América del Sur, donde ha sido usada desde hace más de 5.000 años. Al igual que en el resto de alucinógenos, sus efectos pueden ser variados, desde el bienestar y la conexión profunda al miedo y el pánico. A nivel químico pertenecería al grupo de las feniletilaminas, a diferencia de la psilocibina, que formaría parte del grupo de las triptaminas.
DMT
Es una poderosa sustancia química que se puede obtener de forma sintética, y que se encuentra en algunas plantas de la selva amazónica. Una costumbre antigua de los pueblos indígenas de la zona era realizar una cocción de estas plantas para beberlas en ciertos rituales. En comparación con el resto de alucinógenos, sus efectos son más breves (45 minutos como máximo) pero a nivel psicodélico su potencial es mayor.
Además de los alucinógenos clásicos, encontramos también las drogas disociativas comunes, que son:
Fenciclidina
En inglés PCP, y en la calle conocida como polvo de ángel, la fenciclidina se usaba en la década de los 50 como anestésico, hasta que finalmente se retiró debido a los efectos secundarios, entre ellos agitación y/o delirios, que provocaba en los pacientes. La duración de sus efectos es de alrededor de 4 horas y se pueden experimentar desde euforia y alucinaciones a ansiedad o pánico.
Ketamina
Pese a su uso como droga recreativa, la realidad es que la ketamina es un anestésico que si se usa en humanos a diferencia de la fenciclidina y sobre todo, en animales. De hecho, ya sea vendida en forma líquida, en polvo o en pastillas, la que se encuentra en la calle proviene en su gran mayoría de clínicas veterinarias.
Efectos a largo plazo
Como mencionamos al principio del artículo, estas drogas pueden ser peligrosas y provocar daños en el estado mental de las personas. Se han reportado casos, de forma poco común, de psicosis persistente o de trastorno perceptivo persistente por alucinógenos.
Tratamiento para la adicción a los alucinógenos
Dado que el potencial adictivo de los alucinógenos es significativamente menor que en otras drogas, no solemos recibir en nuestros centros a pacientes con adicción específica a estas sustancias, aunque sí es cierto que algunas personas que experimentan con los alucinógenos puede que tengan problemas con otras drogas como el cannabis, la cocaína o el alcohol.
Cuando una persona se intoxica con alucinógenos, puede que necesite ayuda en salud mental o requiera de medicamentos ansiolíticos para reducir su estado de pánico. Lo más importante es que la persona que le atienda le asegure que su estado es normal ya que lo ha inducido la droga y que los efectos de la misma pasarán.